No cabe duda de que la modalidad en línea llegó para quedarse y que trajo con ella grandes beneficios. Sin embargo, aún quedan muchos puntos que trabajar para poder equipararse con la calidad de las clases presenciales. Es por eso que en este artículo te contaremos cuáles son los retos de la educación digital según Ined21. ¡Sigue leyendo!
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La revolución de la educación digital
La aplicación de las nuevas tecnologías en el ámbito educativo supuso toda una revolución ya que Internet logró romper barreras espacio-temporales. Además, vino con muchas ventajas tales como: la flexibilidad, la facilidad de acceso, el ahorro de dinero y las posibilidades de que el alumno se vuelva más autónomo dentro de un ámbito de estudio más confortable.
Asimismo, la educación digital permitió la apertura de nuevas instituciones en línea que pusieron al servicio del alumnado todas esas ventajas. Las instituciones y centros educativos que mejor supieron predecir su éxito se adaptaron rápidamente al cambio, y no solo consiguieron perdurar, sino que se erigen como referentes nacionales.
Sin embargo, aunque sigamos hablando de nuevas tecnologías, ha pasado mucho tiempo desde la llegada de la web 2.0, la que promovió el desarrollo de estas plataformas. Es por eso que hoy en día, la educación en línea debe asumir nuevos retos.
¿Cuándo surgieron los primeros MOOC?
En el año 2008 Stephen Downes y George Siemens introdujeron al público lo que se consideró el primer MOOC, ofrecido en la Universidad de Manitoba, en Canadá. Se llamaba “Connectivism and connective knowledge CCK08” y en él se inscribieron 2300 estudiantes. El curso fue, masivo, online y abierto, de ahí que hoy conozcamos el formato por el acrónimo en inglés que recoge tales características: MOOC (Massive Open Online Course).
Viendo el éxito, no tardaron en sumarse otras organizaciones educativas como la Universidad de Standford. De esta manera creció el interés por un formato que se imaginaba como una verdadera revolución.
El New York Times consideró a 2012 el “Año de los MOOC”, y tanto la Universidad de Stanford como el Massachusetts Institute of Technology desarrollaron dos plataformas clave: Coursera y edX.
Al principio todos se dejaron llevar por el optimismo de los datos de entonces ya que se hablaba de miles de alumnos inscritos en todo el mundo. Sin embargo, hubo un desencanto que dio lugar a un punto de inflexión, y a la necesidad de reconfigurar nuevos formatos.
Entonces el foco se puso no solo en llevar los contenidos y las evaluaciones al formato online, con las evidentes ventajas que de ello se derivan, sino de servirse de las tecnologías digitales para promover una verdadera transformación de la educación. Esta transformación consistía en que el alumnado se empodere, los roles de profesor-alumno se difuminen y se produjera un enriquecimiento mutuo.
¿Cuáles son los nuevos retos de la educación digital?
En el marco del Proyecto Europeo ECO (de “e-learning”, “communication” y “open-data”), se busca desarrollar un nuevo modelo comunicativo horizontal y bidireccional, partiendo de la realidad que dibujaron los MOOC. Fruto del estudio de varias instituciones educativas alrededor del mundo surgen nuevos conceptos, como el sMOOC y tMOOC. Lo explican en el artículo “De sMOOC a tMOOC, el aprendizaje hacia la transferencia profesional: El proyecto europeo ECO” las doctoras Sara Osuna, Carmen Marta y Divina Frau.
Los sMOOC
Los sMOOC, (“Social Massive Open Online Course”), son cursos basados en los conceptos de social y sin rupturas. El primero promueve la interacción en el aprendizaje, y el segundo implica que los cursos sean accesibles de manera constante.
Este modelo se diferencia del tradicional porque introduce un grado de mayor interacción y participación social. Además, son accesibles diferentes soportes y plataformas y se aprovecha la conexión permanente para el cambio de información. De esta forma, se diluye la barrera entre el tiempo dedicado a aprender y el dedicado a realizar otras actividades
Los tMOOC
Siguiendo a las mismas autoras, los tMOOC, (“Transfer Massive Open Online Course”) proponen un modelo basado en el emprendimiento que hace el ejercicio profesional, desde diez dimensiones:
– Tareas auténticas
– Transferencia del aprendizaje hacia la profesión
– Transformación pedagógica
– TRIC (tecnologías, relación, información y comunicación)
– Transmedialidad
– Temporalidad abierta
– Transnacionalismo (porque caen las barreras espaciales y temporales)
– Talento intercreativo
– Trabajo colaborativo
– Tolerancia
Como pudimos ver en este último modelo se habla de TRIC y no de TIC ya que este último modelo se considera que forma parte de un discurso obsoleto en el enfoque y el planteamiento, ya que configura un modelo pedagógico tecnicista.
Esto se debe a que introducir pizarras digitales u ordenadores no promueve un cambio de modelo. Hoy en día los jóvenes poseen ciertas destrezas tecnológicas por su relación con las redes sociales, los softwares o los videojuegos, ¿por qué no aprovecharlas para construir espacios de afinidad y comunidades con otros usuarios donde se aproveche la interacción para aprender?
En conclusión
Está claro que la educación digital está cambiando la forma de aprender y enseñar, y que hoy en día los jóvenes tienen la destreza para poder crear un ambiente educativo interactivo para que las clases rindan muchísimo más. Por lo tanto, se puede decir que el mayor reto es cambiar la mentalidad que se venía teniendo hasta el momento y predisponerse para realmente hacer una revolución digital.
